En aquella época, donde los videojuegos en España estaban tan auge, éstos estaban en inspirados en personajes como Don Quijote, Curro Jiménez, el Capitán Trueno... Incluso, existía la temática referente a los toros; a misiones donde estaba como destino la Monclora; deportes... Encontramos así títulos reconocibles (ejemplos de lo anterior) por aquellos que vivieron la época o interesados de ahora como "Olé Toro", "Fernando Martín", o "La abadía del crimen", considerada una gran obra creada por Paco Menéndez, considerada por muchos el mejor videojuego concebido en España.
Así se conformaba junto a muchos videojuegos más ( Match Day, Out Run, Express Raider...) un marco de juegos creados con el poco desarrollo tecnológico existente, pero que aún así, no dejeba de ser una revelación en este campo que sin duda constataría un punto de evolución para el resto de países.
Y así fue como el resto de países comenzaron la "guerra" en los años noventa. ¿Quién empezó el avance? Sega y Nintendo se lanzaron a la eliminación del cassette como sorporte para relanzar los discos y los cartuchos, haciendo de este modo que aquellas que aún mantenían un "antiguo" modelo de soporte, como Erbe o Atari, la estadounidense, quedaran atrás y posteriormente, absordidas por las primeras entidades, mucho más fuertes y evolucionadas. Éstas últimas se aferraban a su última salvación. Erbe se sostenía por Nintendo.
Seguidamente, nació Play Station y más tarde Xbox por parte de Microsoft. Así se conformaba el campo de competición, donde España se esforzó reforzando en ella la presencia de desarrolladores extranjeros como las japonesas Capcom y Konami: de Francia, Ubisoft y de EEUU, la Waner y Electronic Arts.
De esta manera y viendo que los videojuegos se conformaban como un espacio importante para la sociedad en muchos niveles, el Congreso de los Diputados declara los videojuegos como Bien de Interés Cultural. De esta manera, España se pone en marcha en el desarrollo de técnicas, programas interactivos para incrementar su producción, haciendo que el sector se extienda y aparezcan nuevas empresas dispuestas a llevarlo todo a cabo. Claro ejemplo de ello, son la empresa Tonika y la Virtual Toys, que recibió una Nominación a la Excelencia Empresarial.
Así se inicia una fuerte oleada de deseo de evolucionar cada vez a más, sobre todo por Sony y Nintendo. Potenciar el producto y la distribución nacional se ha convertido en un punto muy importante. Innovando en cualquier aspecto de los videojuegos. Ya no estamos hablando en la estética, gráficos, jugabilidad, sino también a niveles de temática, guión (algo que año tras año va siendo un referente demasiado importante, algo derivado de la influencia del cine), la calidad de la historia y las profunidad de la psicología de los personajes. De este modo, aumentar la demanda, expandir horizontes, alcanzar toda franja de edad, de perfiles personales... Así, tras muchos altibajos, la industria de los videojuegos en España vuelve a estar en auge.
¿Nueva edad de oro? Creemos que sí.
Es curioso ver cómo en los inicios de cada corriente de diversión o en los nuevos dispositivos de entretenimiento siempre se cuenta con la cultura del país. No he podido dejar de recordar los orígenes del cine en España. Un gran número de películas de entonces también trataban la temática taurina.
ResponderEliminarAlberto Richart