martes, 18 de octubre de 2011

Revolución silenciosa

Sí. La evolución de los videojuegos es un hecho más que comprobado. Su desarrollo tanto a nivel técnico como de contenido impacta cada día a sus seguidores, pero... ¿Qué hay de los videojuegos del comienzo? ¿De esos que pese a su iniciada tecnología sorprendían con su originalidad tanto en diseño como en argumento?  Lo queramos o no, la mayoría de juegos del momento, son prácticamente iguales, pocos se salen de una verdadera línea. Ejemplo de ello tenemos a grandes empresas multimillonarias estacandas cada vez más en videojuegos que poco a poco sorprenden menos, como la Rockstar con Gran Theft Auto. Sí, al principio innovó en el concepto de libertad de actuación, pero tras varias entregas, vemos más de lo mismo (y por supuesto, muchos otros videojuegos han revasado su concepto de libertad).



 Entre esta oscuridad de grandes compañías que se reparten el mercado, existen puntos de salvación y estos son, los desarrolladores independientes. A este impulso de lo tradicional se le llamó: Revolcución silenciosa, y comenzó en 2008 de la mano de dos videojuegos como son: World of Goo y Braid.

El primero, fue ideado y desarrollado por Kyle Gabler y Ron Carmel, dos exempleados de Electronic Arts que fundaron el estudio 2D Boy. Con una modesta cantidad de 10.000 dólares y trabajo duro, concibieron World of Goo, juego que consistía en construir torres y desplazarlas hasta la meta (el otro lado de la pantalla) sin que se derrumbe. Esta idea tan sencilla, se convirtió en un videojuego más que atrayente, con una puesta en escena que consiguió ser número uno en ventas en Amazon por encima de grandes como FallOut 3 o World of Warcraft.

Este impacto de la pequeña e independiente industria, levantó a Jonathan Blow, un programador independiente, férreo a la idea de que: "Creo que los juegos son importantes para el futuro de la humanidad", y de ello nació Braid, un juego de plataformas y puzzles en un mundo influenciado por  el libro Las ciudades invisibles de Italio Calvino, cuya plasmación tanto en fondos como personajes corrió a cargo de David Helman. La prensa de todo el mundo recogió críticas y opiniones como: "Diabólicamente inteligente e increíblemente satisfactorio", "bello, entretenido e inspirador", "es una tremenda y equívoca simpleza con la que disfraza su complejidad".

España se une a esta revolución silenciosa, donde predominan más las ideas que el mercado. Así, Over The Top Games, una empresa madrileña deVallecas, si dieron a conocer en 2009 con diez integrantes de distintos perfiles, desde diseñadores hasta programadores y con su videojuego: NyxQuest: Kindred Spirits, juego de plataformas ambientado en la Grecia antigua y que consiguió incorporarse al catálogo de Nintendo Wii.


Su director, Roberto Álvarez, explica: "Hacemos juegos sin limitaciones creativas y con total libertad de innovar y traspasar límites jugables.  Las mejores ideas y la creatividad no tienen nada que ver con los altos presupuestos. El dinero para hacer juegos viene en un alto porcentaje de empresas e inversores extranjeros. Me gustaría que tuviésemos más oportunidades de autofinanciar proyectos con nuestro dinero, puesto a corto y largo plazo es mejor para la industria del país". Como se ve, Álvarez desearía una mayor implicación de los empresarios y autoridades para el desarrollo de los videojuegos.

Aún así, para su segundo proyecto, The Fancy Pants Adventures, ha contado con la participación de Electronic Arts: "Forma parte de la estrategia de supervivencia de un estudio. Trabajar con un gran distribuidor y productor de videojuegos te da mucha experiencia. Aprendes mucho y te da mucha estabilidad económica", argumenta. 

Así, nos encontramos ante una recuperación de esa forma de hacer videojuegos de manera innovadora, fresca, que esconden en su interior más de lo que aparentan. ¿Vosotros estáis de acuerdo? ¿El juego independiente viene para quedarse? ¿Con presupuestos bajos se pueden hacer videojuegos que entretengan incluso más que los juegos de las grandes compañías?


2 comentarios:

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  2. Joan Andreu Quiles dijo...
    Después de haber probado el World of Goo creo que los juegos independientes han venido para quedar-se, yo personalmente valoro mucho más que tenga una buena jugabiliad y sea divertido que unas grandes gráficos sin nada más.

    A ver si las granes compañias se dan cuenta y empiezan a cambiar las cosas.

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