domingo, 4 de diciembre de 2011

Skyward Sword, la leyenda surca los cielos




Noviembre se alzó como el mes predilecto para que la trifuerza volviera a brillar. Vosotros, lectores, habéis elegido en nuestra encuesta del mes de Noviembre: The Legend of Zelda Skyward Sword se corona como el campeón de campeones de este mes en Now Loading. Siendo el título más ambicioso para despedir a Wii, esta nueva iteración prometió muchas novedades jugables… ¿Y ha sido así?

Muchas publicaciones han coronado a Skyward Sword con la nota de 10, Obra Maestra que añadir a la lista de juegos que han tenido el honor de pasar por este criterio. Las premisas de este nuevo Zelda eran claras: Se prometió un juego que sirviese por fin para justificar ese Wii Motion Plus que tan poco fue explotado en la sobremesa de la compañía, y revolucionar algunos aspectos clásicos de la saga para hacerla más actual. El resultado no les podría haber quedado mejor.

Skyward Sword resulta la entrega más fresca y sorprendente de la saga. En un juego donde prima la interactividad, se han decidido llevar esas mecánicas un paso más allá. Partiendo de las habilidades físicas de Link, ahora nuestro héroe podrá consumir una suerte de barra de cansancio para convertirse en un pequeño especialista en parkour y correr, saltar grandes distancias, trepar por muros, engancharse a cornisas… Y en definitiva interactuar físicamente con el entorno para superar los muchos obstáculos que irá encontrando. Esto elimina el clásico control rígido de Link que era incapaz de correr ni de saltar por aquellos lugares sin guía, y añade completa libertad a la forma de movernos por el enorme mundo de Celéstea, donde se desarrolla la aventura.

Otra de las novedades constituye la mejora del inventario. En esta ocasión, dispondremos de unos pocos menos objetos y reliquias con las que superar los puzles y derrotar a nuestros enemigos, pero a cambio, obtendremos un sistema de personalización del inventario que nos llevará a la búsqueda de ciertos materiales desperdigados por el mundo y utilizarlos para aumentar las características de estos según nuestros gustos. Así, obtendremos una serie de escudos diferentes, según su dureza, su material de concepción… Diferentes pócimas, según queramos curarnos, resistir mejor los golpes, cansarnos menos… Y todos estos objetos, por ejemplo, mejorarlos a nuestro gusto previo pago de rupias y materiales para obtener nuevas habilidades. Esto genera un estilo de juego personalizado y diferente para cada jugador, que cargará a su Link con lo que este crea conveniente y se sienta más cómodo para superar la aventura.

Además, Skyward Sword constituye el Zelda más cinematográfico. Situado previamente a cualquier otro título, esta entrega contará con el privilegio de contarnos cómo nacen elementos clásicos de la saga como la espada maestra, la función de la trifuerza, la realeza de la princesa Zelda… Y lo hará a través de una historia épica con un promedio de 40 horas de juego, en el que abundarán las cutscenes explicativas, ricas y cuidadas en animación y ambientación para asegurar ese toque de cuento fantástico que la saga lleva a sus espaldas. Algo nunca visto en un Zelda anterior, la dedicación en la narrativa de la historia añade profundidad y epicidad a lo que estamos jugando.

Pero sin duda, la mayor de las novedades es el uso del accesorio Wii Motion Plus que tanto se prometió. Empezando por el uso de la espada, Link ejecutará los cortes con ella con una precisión calibrada y exacta a la que hagamos fuera de la pantalla, y dotaran a las batallas de un realismo y una dificultad poco alcanzadas anteriormente. Otros objetos, como las famosas bombas, podrán lanzarse agitando el mando hacia arriba o hacerlas rodar como si fueran una bola de bolos. También usaremos el movimiento del mando para bucear o volar a lomos de nuestra compañera ave, en un enorme universo que destaca por su temática basada en el mundo más allá de las nubes. El viaje por los cielos de Link es tan suave, preciso y cómodo como lo es su control, pero con una jugabilidad exigente que requerirá de dedicación y reflejos a la hora de combatir y resolver puzles.

Añadiendo el encanto base de la saga, y la clásica adhesión de misiones secundarias que alargan la vida del juego unas 20 o 30 horas más, Skyward Sword se forma como una obra de arte redonda visual, narrativa y sobretodo esta vez, jugablemente. En ningún momento decae el ritmo del juego, siempre tenemos algo que hacer y engancha durante horas y horas intercalando trama, objetivos secundarios, y la mejora y personalización de nuestro inventario. Habrán veces que nos entrarán ganas de encender la consola y corretear por la nueva Hyrule simplemente para encontrar nuevos secretos o conseguir los preciados materiales para configurar nuestro Link deseado, activando con mucha fuerza el componente más rolero de la saga.

En definitiva, Skyward Sword constituye, sea como sea, un punto de giro en la saga y una reestructuración de sus valores jugables iniciales que lo adapta a los nuevos tiempos. Este es el ejemplo a seguir para los que vendrán después, y una demostración de cómo una saga que lleva ya 25 años a sus espaldas consigue mantenerse saludable y en la mejor forma pasen las generaciones que pasen.

Seguiremos soñando con ese precioso sueño fantástico que es Hyrule. Y que sea por muchos años.

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