Noviembre se alzó como el mes predilecto para que la
trifuerza volviera a brillar. Vosotros, lectores, habéis elegido en nuestra
encuesta del mes de Noviembre: The Legend of Zelda Skyward Sword se corona como
el campeón de campeones de este mes en Now Loading. Siendo el título más
ambicioso para despedir a Wii, esta nueva iteración prometió muchas novedades
jugables… ¿Y ha sido así?
Muchas publicaciones han coronado a Skyward Sword con la
nota de 10, Obra Maestra que añadir a la lista de juegos que han tenido el
honor de pasar por este criterio. Las premisas de este nuevo Zelda eran claras:
Se prometió un juego que sirviese por fin para justificar ese Wii Motion Plus
que tan poco fue explotado en la sobremesa de la compañía, y revolucionar
algunos aspectos clásicos de la saga para hacerla más actual. El resultado no
les podría haber quedado mejor.
Skyward Sword resulta la entrega más fresca y sorprendente
de la saga. En un juego donde prima la interactividad, se han decidido llevar
esas mecánicas un paso más allá. Partiendo de las habilidades físicas de Link,
ahora nuestro héroe podrá consumir una suerte de barra de cansancio para convertirse
en un pequeño especialista en parkour y correr, saltar grandes distancias,
trepar por muros, engancharse a cornisas… Y en definitiva interactuar
físicamente con el entorno para superar los muchos obstáculos que irá
encontrando. Esto elimina el clásico control rígido de Link que era incapaz de
correr ni de saltar por aquellos lugares sin guía, y añade completa libertad a
la forma de movernos por el enorme mundo de Celéstea, donde se desarrolla la
aventura.
Otra de las novedades constituye la mejora del inventario.
En esta ocasión, dispondremos de unos pocos menos objetos y reliquias con las
que superar los puzles y derrotar a nuestros enemigos, pero a cambio,
obtendremos un sistema de personalización del inventario que nos llevará a la
búsqueda de ciertos materiales desperdigados por el mundo y utilizarlos para
aumentar las características de estos según nuestros gustos. Así, obtendremos
una serie de escudos diferentes, según su dureza, su material de concepción…
Diferentes pócimas, según queramos curarnos, resistir mejor los golpes,
cansarnos menos… Y todos estos objetos, por ejemplo, mejorarlos a nuestro gusto
previo pago de rupias y materiales para obtener nuevas habilidades. Esto genera
un estilo de juego personalizado y diferente para cada jugador, que cargará a
su Link con lo que este crea conveniente y se sienta más cómodo para superar la
aventura.
Además, Skyward Sword constituye el Zelda más
cinematográfico. Situado previamente a cualquier otro título, esta entrega
contará con el privilegio de contarnos cómo nacen elementos clásicos de la saga
como la espada maestra, la función de la trifuerza, la realeza de la princesa
Zelda… Y lo hará a través de una historia épica con un promedio de 40 horas de
juego, en el que abundarán las cutscenes explicativas, ricas y cuidadas en
animación y ambientación para asegurar ese toque de cuento fantástico que la
saga lleva a sus espaldas. Algo nunca visto en un Zelda anterior, la dedicación
en la narrativa de la historia añade profundidad y epicidad a lo que estamos
jugando.
Pero sin duda, la mayor de las novedades es el uso del
accesorio Wii Motion Plus que tanto se prometió. Empezando por el uso de la
espada, Link ejecutará los cortes con ella con una precisión calibrada y exacta
a la que hagamos fuera de la pantalla, y dotaran a las batallas de un realismo
y una dificultad poco alcanzadas anteriormente. Otros objetos, como las famosas
bombas, podrán lanzarse agitando el mando hacia arriba o hacerlas rodar como si
fueran una bola de bolos. También usaremos el movimiento del mando para bucear o
volar a lomos de nuestra compañera ave, en un enorme universo que destaca por
su temática basada en el mundo más allá de las nubes. El viaje por los cielos
de Link es tan suave, preciso y cómodo como lo es su control, pero con una
jugabilidad exigente que requerirá de dedicación y reflejos a la hora de
combatir y resolver puzles.
Añadiendo el encanto base de la saga, y la clásica adhesión
de misiones secundarias que alargan la vida del juego unas 20 o 30 horas más,
Skyward Sword se forma como una obra de arte redonda visual, narrativa y sobretodo
esta vez, jugablemente. En ningún momento decae el ritmo del juego, siempre
tenemos algo que hacer y engancha durante horas y horas intercalando trama,
objetivos secundarios, y la mejora y personalización de nuestro inventario.
Habrán veces que nos entrarán ganas de encender la consola y corretear por la
nueva Hyrule simplemente para encontrar nuevos secretos o conseguir los
preciados materiales para configurar nuestro Link deseado, activando con mucha
fuerza el componente más rolero de la saga.
En definitiva, Skyward Sword constituye, sea como sea, un
punto de giro en la saga y una reestructuración de sus valores jugables
iniciales que lo adapta a los nuevos tiempos. Este es el ejemplo a seguir para
los que vendrán después, y una demostración de cómo una saga que lleva ya 25
años a sus espaldas consigue mantenerse saludable y en la mejor forma pasen las
generaciones que pasen.
Seguiremos soñando con ese precioso sueño fantástico que es
Hyrule. Y que sea por muchos años.
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