
Han pasado casi 40 años desde que esos dos palitos que competían por hacer rebotar entre ellas una pelotita y marcarse puntos el uno al otro constituyeron una nueva forma de concebir el entretenimiento. El Pong de Nolan Bushnell mantenía la simple premisa de simular un partido de tenis al mínimo exponente, hacia el objetivo del entretenimiento de dos personas como jugadores, o ante el reto del jugador contra la CPU. En su sencilla programación, ese mismo Pong estableció las reglas base de lo que hoy conocemos como videojuego: un programa virtual interactivo destinado a entretener, simple y llanamente.
Sin embargo, a día de hoy, después de tan solo un puñado de décadas desde el nacimiento de esa sencilla pero adictiva pieza de entretenimiento, aparece toda una remesa de obras que poco o nada tienen que ver con el Pong y elevan a un mayor exponente todas sus virtudes, utilizando el mismo medio de expresión. A día de hoy tenemos muchos títulos diferentes de los que disfrutar en nuestras plataformas domésticas: Super Mario Bros, Metal Gear Solid, Final Fantasy, Deus Ex, Portal, Flower, The Legend of Zelda, Street Fighter, Oddworld, Okami, Gears of Wars, Fallout, Uncharted, Silent Hill, Grand Theft Auto… Algunas de estas producciones son consideradas a día de hoy como obras de arte por muchos de sus consumidores, y todas completamente diferentes entre sí, tanto en género como en estilo. Ergo algo ha cambiado. El videojuego ya es mucho más que dos palitos y una pelota que nos entretienen un momento. El videojuego se convierte en un medio de expresión audiovisual tan válido como cualquier otro. Una manera de contarnos historias y sensaciones de las que nosotros somos partícipes mediante la interactividad con esos universos ficticios propios de cada videojuego en concreto.
A modo de aperitivo a lo que serán nuestros análisis y críticas de noticias que envuelvan este pequeño gran mundo que tratamos, hemos creído conveniente reseñar primero la importancia de entender el videojuego como algo más allá que el puro entretenimiento. El espíritu de nuestra publicación es expresar las muchas maneras que hay de entender el videojuego, de entender como el videojuego se ha ido haciendo un hueco en nuestra vida diaria, en el mercado… Y en nuestra cultura. Entender ese factor tan importante que hace destacar al videojuego frente a sus hermanos audiovisuales, la interactividad. Y de cómo esa interactividad es usada por los desarrolladores para crear diferentes experiencias, emociones y formas de jugar, acceder y divertirse con un videojuego. Desde el joystick de las máquinas recreativas tradicionales, al mando con sensor de movimiento (Wiimote) de la consola de Nintendo Wii o el Kinect de Microsoft. De los videojuegos que siguen un modelo de producción al más puro estilo blockbuster americano, como la saga Call of Duty, al videojuego que expresa más con imágenes que con palabras simulando ese cine más independiente y personal, como Shadow of the Colossus, pasando por juegos de realidad social, como Los Sims, o pequeñas piezas de puro entretenimiento al estilo de ese retrospectivo Pong, como Wii Sports.
Ahora existen perfiles de jugadores, que generan estilos, hábitos mejor dicho, de juego. Y estos hábitos generan juegos diferentes, adaptados a esos mismos hábitos propios. Los desarrolladores juegan con esos elementos maleables y crean infinidad de títulos diferentes, tratando siempre de ir un paso más allá, de complacer a un nuevo target o complementar lo que ya funcionaba en sus anteriores obras. A día de hoy, se llega incluso a hablar más de juegos de autor, nombrando al diseñador antes que al propio juego en sí. El videojuego crea modelos de industria cultural, formas de expresión, arte y, a la vez, hábitos de consumo. En estas décadas se ha transformado en un mercado mayoritario e importante, y a la vez, un lienzo en blanco tan maleable y diverso como cualquier idea que pudiera pasársenos por la cabeza.
La razón de nuestro blog no es, sino, esa misma. La existencia de un mundo audiovisual que ha dejado de ser lo suficientemente pequeño como para pasar desapercibido. Un medio que se ha hecho un hueco entre todos nosotros, y que entra de lleno en la generación digital, a todos los niveles: ocio, cultura, mercado. Cómo queremos llegar a todos esos targets de jugadores, a todas esas maneras de entender el videojuego, es necesario haceros esta pregunta que encabeza nuestra publicación.
¿Y vosotros, qué manera tenéis de entender el videojuego?
Para abrir boca, os dejamos un enlace muy interesante de la gente de CVG, que escriben un artículo sobre veinte desarrolladores importantes del videojuego de hoy en día y del porqué de esa importancia. No están todos los que son, ya que personalmente servidor echa de menos algunos como Goichi Suda o Lorne Lanning, pero sí que sirve para haceros una idea de la maleabilidad o creatividad de la que pretendemos hablar. Entender como jugar con el medio estandarte de la interactividad que tenemos delante.
20 desarrolladores creativos de videojuegos actuales
Lo tenemos en inglés, pero no creo que haya problema.
¡Un saludo bien pixelado, jugones!
Hola chicos! Me ha parecido muy interesante este post, pero leyéndolo he recordado algo que oí hace un montón de tiempo sobre el "Pong" (aunque ya no estoy segura de si era ese,el Tetris o el Pacman) y era que en su día fue diseñado por los soviéticos en la guerra fría para distraer a la juventud norteamericana. ¿Os suena algo esto?
ResponderEliminarSuena a chiste, lo sé... pero es curioso, ya que en estos años ha habido todo tipo de opiniones sobre los videojuegos, desde que destruyen el cerebro y te impiden pensar, hasta que fomentan la imaginación y la estrategia (también es cierto que supongo que depende del tipo de videojuego).
En fin, animo con el blog!
Un saludo
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ResponderEliminarPersonalment estic molt d'acord amb el que comenta Jorge amb l'entrada, els videojocs són molt més que un entreteniment. Per a mí és una forma d'entendre la vida i d'afrontar reptes que d'una altra manera no es podria fer.
ResponderEliminarDeixar volar la imaginació per a convertir-se en Link, o ser per uns minuts el fontaner Mario no té preu i crec que és una experiència que tots deuriem passar!
Vos vaig seguint!
Joan Andreu Quiles
Muy buen artículo Jorge. Es y ha sido increible ver como se han ido adaptando los videojuegos al desarrollo de las nuevas tecnologías. Si un simple juego que únicamente exigía mover el cursor de un lado a otro de la pantalla enganchó al público (una revolución para la época) es muy comprensible que con grandes super producciones como gears of war 3 los "jugones" o "gamers" nos volvamos locos.
ResponderEliminarLa industria ha sabido adaptar y utilizar muy buen las posibilidades que le ofrece la tecnología creando interactividad, y como tú muy bien has dicho, creando diferentes tipos de juegos para captar a públicos diferentes.
Los "gamers" siempre han estado ahí, pero ahora se incorporan las familias, las parejas e incluso los escépticos... hay juegos para todo tipo de gustos. El wiimote, la wii balance board, kinect o play station move nos demuestran que los videojuegos han evolucionado (y mucho) desde aquel primer "simple" videojuego.
La responsabilidad de las grandes compañías en este momento es no descuidar a los clientes que ya tenían, aunque (de momento) lo siguen haciendo a la perfección con los juegazos que has citado al inicio del artículo.
Como se diría en Game of Thrones: "Winter is coming", y con el, la avalancha de videojuegos. !A disfrutar!
Alejandro Montoya Molina
En primer lugar, enhorabuena por el blog.
ResponderEliminarLa verdad es increíble la evolución que ha sufrido el sector de los videojuegos en un periodo de tiempo no muy amplio. Aún recuerdo mi primera consola, la Nintendo NES y sus cartuchos, pasando horas jugando al Super Mario.
Ahora mismo, como seguidor de la saga Metal Gear Solid, disfruto jugando a los nuevos modos de juego online que ofrecen los videojuegos, ya que eran impensables hace un par de años.
Sin embargo, hay algo que no cambia, y con esto me refiero a que el entretenimiento y el disfrute de estas obras de arte sigue siendo el mismo.
Jose Javier Balbastre Moreno